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El soldado de la piel decolorada es una de las historias cortas del personaje Sherlock Holmes. Fue escrita por Sir Arthur Conan Doyle y publicada dentro de la colección El archivo de Sherlock Holmes.
Argumento[]
Este caso es escrito por el mismo Sherlock Holmes. El doctor Watson había abandonado a Holmes para ir con su esposa, pero Holmes continúa trabajando en sus casos. En enero de 1903, el señor James M. Dodd llega a Baker Street por ayuda. James dice que hace dos años estuvo en una guerra en Sudáfrica, y ahí conoció al coronel Emsworth y a su hijo Godfrey. Godfrey resultó herido de un disparo, y mandó una carta a James diciendo que estaba en un hospital en la ciudad de El Cabo. Y poco después de terminada la guerra, James escribió al padre de Godfrey preguntando por su paradero y le respondió que Godfrey había iniciado un viaje por el mundo y no regresaría en menos de un año. A James eso le pareció extraño. Él sabía que Godfrey debía heredar una suma de dinero y no se llevaba bien con su padre.
Pasaron dos años y James se decidió a averiguar el paradero de su amigo. Escribió a la madre de Godfrey y esta lo invitó a su casa. James habló con el coronel Emsworth, pero este no quiso darle información sobre su hijo. Cuando James estaba en su cuarto, apareció el criado Ralph, que dice que Godfrey era como un hijo para él, ya que su esposa lo había criado. Ralph dice que Godfrey fue un gran hombre. James se asusta porque Ralph habla como si Godfrey hubiera muerto. Él interroga a Ralph, pero este no le da respuesta. Cuando se quedó solo, James está seguro haber visto a Godfrey fuera de su ventana. Su cara estaba pálida, parecía enfermo. James lo persiguió, pero Godfrey se perdió en la penumbra y James oyó el sonido de una puerta cerrarse.
Al siguiente día, James fue a investigar por el lugar, y encontró una casita alejada, de donde podría haber venido el sonido de la puerta al cerrarse. De la casita salió un hombre, y este le dijo que Godfrey no se encontraba por ahí. En la noche, James volvió a la casita y miró por una ventana. Vio al hombre que había visto en la mañana, pero había otro hombre de espaldas, que estaba seguro que era Godfrey. En ese momento aparece el coronel y descubre a James. El coronel lo lleva de vuelta a la casa y le dice que mañana se irá en tren por andar fisgoneando en asuntos privados. James lo confronta diciéndole que había vito a Godfrey y que él lo oculta por alguna razón. Aun así, James se fue por la mañana y por eso buscó a Holmes por ayuda.
En la siguiente semana, Holmes, James y un amigo de Holmes tomaron un tren para ir a la casa del coronel. Cuando tocaron la puerta, quien abrió fue Ralph y este usaba unos guantes. Poco después, apareció el coronel que estaba molesto por esa intromisión e iba a llamar a la policía. Holmes le escribe en un papel una sola palabra y el coronel se impresionó porque, sin duda, Holmes ya lo sabía todo. El coronel los llevó a la casita alejada, donde James pudo ver a Godfrey. Pero Godfrey le dijo a James que no se le acercara. Parecía estar enfermo y le explicó que no le gustaba recibir visitas, debido a su aspecto. Godfrey le confiesa que, en la guerra, cuando fue herido, se encontró solo en el campo y con frío, hasta que llegó a un lugar donde había camas y se arropó para dormir.
Cuando despertó al siguiente día, vio a un enano deforme y a otras personas deformes que no hablaban inglés. Un anciano, que era el médico de ese lugar le explicó que esa gente padecía de lepra y Godfrey había dormido en la cama de un leproso. Posteriormente, Godfrey fue llevado a un hospital y luego decidió vivir alejado de todo el mundo en esa casa solitaria, con otro hombre llamado Kent, que lo cuidaba.
La palabra que Holmes había escrito era “lepra” por eso el coronel vio que no tenía sentido ocultarle la verdad. El amigo que Holmes trajo se llama Jaime Saunders y es doctor, y le pide que examine a Godfrey. Holmes explica cómo descubrió el problema. Era uno de tres casos, Godfrey estaba aislado por algún crimen, o porque estaba loco o por alguna enfermedad. Lo tercero le pareció lo más lógico. Y como la lepra es común en África, y además causa blanqueamiento de la piel, esa le pareció la respuesta. Y el hecho de que Ralph usara guantes para protegerse cuando le llevaba la comida.
Cuando Saunders termina de examinar a Godfrey, dice que no es lepra lo que tiene sino una enfermedad parecida, pero curable.