Charles Cooper es el dueño de la compañía de aviones Key Star. Apareció en Flight Risk siendo interpretado por el actor Brian Kewin.
Biografía[]
Actualidad[]
Como dueño de su compañía, Cooper llegó a descubrir que Owen Barts, uno de los pilotos, transportaba unos 30 kilogramos de cocaína desde Miami. Su condición para que nadie se enteresase de la sucia actividad era recibir dinero por ello. En algún momento, sin embargo, otro piloto llamado Joe Newell descubrió sus planes y amenazó a Barts con denunciarlo con la policía si no paraba. Cooper, viendo que sus intereses estaban comprometidos, supo que debía idear una forma de deshacerse de Newell.
Tiempo después, Newell tuvo que llevar a a Walter Devlin y a sus abogados Hank Gerrard y Ellie Wilson a Martha's Vineyard debido a una demanda contra Carmanto Foods. Cooper aprovechó la oportunidad y llenó el fuselaje de la avioneta con arena de silice para que se estrellara. Sin embargo, fue descubierto por Hank Gerrard en el acto, así que para evitar que Gerrard lo metiese en problemas, tomo una llave inglesa y lo mató de un golpe en la cabeza. Luego, escondió su cadáver en la avioneta.
Tras estrellarse el avión, Cooper fue la primera persona entrevistada. Respondió que sólo conocía a Joe Newell y que sabía que estaba Walter Devlin con sus abogados, pero alegó no saber quien mató a Gerrard. En ese momento, les ofreció unas grabaciones de la cámara colocada en la pista.
Luego de la visita que Sherlock y Bell le hicieron a Barts, en la que decía que les preguntará a Cooper por su coartada, este asesinó a Barts en su garaje, recibiendo un corte en su abdomen que luego selló con pegamento. Cooper llevó al cadaver al mismo sitio donde se deshizo de la llave inglesa, la recogió y la puso en el garaje de Barts para incrimarlo con el asesinato de Hank Gerrard.
Cuando fue entrevistado de nuevo, confesó que Barts lo llamó para que le mintiese a los policías sobre el transporte de la droga y aparentemente se fugó. Mientras explicaba la historia, Cooper estaba bastante pálido pero este descartó cualquier preocupación de salud, explicando que estaba así porque no creía que Barts pudiese hacerle aquello.
Sherlock y los demás regresaron a la casa de Barts una vez que supieron eso, pero encontraron que se había ido. Al revisar el garaje, observaron que estaba la llave inglesa pero no estaba limpia aunque estaba bañada en agua salobre. Además, Sherlock pudo observar que habían envases de aceite sintético cuando el Camry de Barts no los usaba, lo que se le hizo sospechoso, por lo que los levantó y descubrió varios billetes en ellos. Fue entonces que todo cuadró: Cooper no quería cubrir el negocio sucio de su piloto por lo que pidió dinero y que lo escondiese allí.
Cooper fue entrevistado nuevamente, lamentando que no hubiesen encontrado a Barts. Pero su farsa terminó por desmoronarse. El fuerte a olor a pegamente, así como la palidez en su rostro y el hecho no haber orinado a pesar de tomar mucha agua, llevó a Sherlock a deducir que había recibido una cortada en el abdomen y perdido mucho sangre, lo que le causó la palidez, y puesto que necesitaba recuperar fluidos, no orinaba tras tomar mucha agua. Pero Cooper siguió alegando ser inocente, diciendo que se hizo un cortada en el hangar. Sherlock le confrontó diciendo que iba a ser fácil identificar su sangre en el cuerpo de Barts una vez que lo encontrasen, así que era mejor que confesara o podía seguir mintiendo para que el caso se volviese federal y fuese condenado a pena de muerte. Si colaboraba, recibiría cadena perpetua.
Finalmente se rindió y dejó de mentir.("Flight Risk")